viernes, 5 de julio de 2013

"ALGUIEN LO RECOGERÁ..."


Basura abandonada.

Los ciudadanos que tras merendar al aire libre, han llenado las bolsas de basura de la foto y las han dejado a su suerte, colgadas en un pino piñonero en el pago de Timulos (en Toro, Zamora), habrán pensado quizá que en el campo hay barrenderos, que a diario pasa puntualmente el camión de la basura o que algún alma caritativa la recogerá.

Desgraciadamente todavía es muy común, durante nuestros paseos por el campo, encontrar esta imagen y otras de pequeñas escombreras y basureros distribuidas en las cunetas o esparcidas al amparo de la espesura de cualquier bosquete. Podemos encontrar allí una vieja televisión, un colchón, una oxidada batería o una pila de papelotes y plásticos mezclados con basura orgánica. Y es en este contexto necesario recordad que un frigorífico o un televisor en desuso contiene hasta mil substancias, muchas de ellas tóxicas o muy peligrosas (como el plomo, el mercurio, el arsénico, el cadmio o el selenio). Si estos residuos acaban desperdigados por el campo y no sufren un tratamiento adecuado pueden poner en riesgo el entorno, las capas freáticas, la salud humana y generar impactos visuales. Aunque la conciencia ecológica y la legislación ambiental en materia de residuos están mejorando, todos los esfuerzos deben ser bienvenidos.

Casi el 80% del peso de los residuos urbanos cuenta con materiales que pueden separarse y valorizarse y/o reciclarse. El papel y el cartón pueden reciclarse hasta diez veces; el vidrio o el acero infinitamente. Con los aceites de cocina se pueden fabricar jabones, velas, pinturas, piensos, lubricantes y biodiesel. De las pilas botón se aprovecha el mercurio y de las normales el sulfato de zinc y las sales de manganeso. De las lámparas fluorescentes el vidrio y el mercurio. Los escombros pueden tener un nuevo uso tras una ligera trasformación. Los restos jardinería se destinan al compostaje, para obtener por ejemplo abonos.

A parte de los contenedores azul, amarillo y verde que muchos ya usamos, los puntos limpios son instalaciones donde se recogen gratuitamente gran variedad de residuos. Suelen  funcionar como pequeños circuitos donde están ubicados diferentes contenedores para electrodomésticos, muebles, colchones, puertas, pilas, plásticos, vidrios, bricks, baterías, aceites usados de motores y de cocina, aerosoles, pinturas y disolventes, fluorescentes, restos de poda y orgánicos, etc. Con regularidad un camión visita las instalaciones y transporta estos materiales a los centros de tratamiento para darles allí un final apropiado: la reutilización (volver a utilizar), el reciclado (tratamiento total o parcial para obtener una materia prima o un nuevo producto), la valorización energética (producir energía a partir de un residuo) o la eliminación definitiva y segura.

La mayor parte de los residuos que generamos tienen un destino. “Olvidar” nuestra lata, nuestra botella de agua o nuestra bolsa de basura en el campo no tiene disculpa. ¡No seamos guarros!

2 comentarios:

  1. Hola, lo cierto es que nosotros solemos recoger esa basura cuando andamos por el Caserio.....pero no puedo estar más de acuerdo con todo lo que dices en esta entrada. No cuesta nada meterlo en una bolsa y tirarlo en Toro.

    Un abrazo

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  2. Hay que ser un irresponsable para dejar bolsas de la basura tal y como se muestran en la fotografía. Me parece de excelente labor no sólo el recojer los desperdicios que generamos sino también denunciar este tipo de actos.

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